“La publicidad es una forma de comunicación comercial
que intenta incrementar el consumo de un producto o servicio a través de los
medios de comunicación y de técnicas de propaganda”. (Eguizábal, 2008)[1]
Desde los medios de comunicación comunes
(el cine, la radio, la televisión, la prensa) hasta en la calle, recibimos
continuamente mensajes publicitarios. Muchos de ellos nos incitan al consumo;
otros, en cambio, no invitan a adoptar determinadas actitudes, como cuidar el
medio ambiente o conducir con prudencia. La publicidad, por tanto, es una forma
de comunicación persuasiva que pretende informar y, sobre todo, convencer a los
destinatarios para que actúen de una forma determinada.
El lenguaje de la imagen y los textos en la publicidad tiene unas
características propias:
- La imagen, el color, la forma
de las letras... llaman la atención rápidamente.
- El texto del anuncio, el eslogan,
está formado por frases breves, sencillas, fácilmente memorizables. Su
misión es anunciar un producto o un mensaje e influir en el receptor.
- El texto escrito es persuasivo:
se utilizan los pronombres de segunda persona, construcciones imperativas,
frases hechas, rimas, repeticiones, y otros recursos estilísticos.
Según la finalidad perseguida, los anuncios pueden clasificarse en:
- Propagandísticos. Pretenden convencer y
aconsejar al receptor para que actúe de una forma
determinada. Su finalidad puede ser social, cívica, cultural, deportiva...
- Publicitarios. Pretenden que el receptor
consuma o compre un producto determinado. Su finalidad es
básicamente comercial.
Por último, para que el mensaje publicitario sea eficaz, hay que tener en
cuenta el medio a través del cual se transmite y el público al que va
destinado.
- El medio. La publicidad es distinta
según el medio elegido para difundirla. En un anuncio impreso se juega con
la forma, el color o la distribución del espacio, mientras que en la radio
o en la televisión tienen mucha importancia los efectos sonoros, la música
y el tono de voz.
- El receptor. Hay que adaptar el
mensaje al tipo de público al que se destina. No se puede utilizar el
mismo mensaje para animar a los conductores a utilizar el cinturón de
seguridad que para vender un juguete infantil.[2]
En mi
opinión, la publicidad es un medio muy importante ya que sirve para mantenernos
informados, nos muestra las novedades o mejoras de los productos y nos
mentaliza en seguridad. Sin embargo, ésta es un arma de doble filo, ya que nos “convence”
de que compremos el producto que nos pretende vender o puede cambiar nuestra
postura hacia una idea.

Por ello,
debemos observar u oír la publicidad desde la reflexión, no dejar que nos
convenzan de nada que no pensábamos antes de ver el anuncio y ser críticos ante
la información que recibimos.
Me gustaría mencionar el tipo de publicidad sexista y/o presa de la imagen.
En clase hemos realizado la crítica de un anuncio en el que aparece una modelo muy guapa con un cuerpo espectacular, eleganciay sofisticación rozando ideas irreales y, desgraciadamente, vemos estos valores a diario.
Porque prima la belleza externa antes que la interna o la bondad, la inteligencia... esos valores tan importantes que en publicidad quedan olvidados.
Yo ya había realizado análisis de anuncios pero esta vez me ha gustado mucho ya que hemos trabajado con la guía de Pere Marquès y nos ha ido dando las pautas para realizarlo de manera muy sencilla. Adjunto el link en el que se pueden encontrar las pautas para futuros análisis críticos.[3]
Por último, os dejo ejemplos de imágenes que hablan por sí mismas acerca de la publicidad sexista y de las que tenemos que escapar.



¡Hasta la próxima!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.